Pasan los años, pasan los gobiernos y el Ordenamiento Jurídico Argentino sigue ostentando esa mancha de iniquidad que a ninguno de los tres poderes del Estado parece conmover, sea quienes fueren los administradores de turno. Me refiero al injusto sistema de negociaciones paritarias que año a año va deteriorando la Propiedad Horizontal, alejándola cada vez más del bolsillo medio de la población. Un sistema que sólo beneficia al Sindicato de Encargados, desvirtuando las bases mismas del sistema jurídico laboral de nuestro país.
Un sistema basado únicamente en la necesidad de proteger la tarea de limpieza de los edificios y, sobre todo, de agremiación de sus afiliados, con total ignorancia de las grandes diferencias que apartan a la Propiedad Horizontal del régimen de negociación salarial común.