Hoy, ante las conocidas dificultades económicas que sobrellevamos estoicamente (pérdida de poder adquisitivo, inflación, desempleo, ajuste tarifario, etc) quiero mirar a los consorcios de propiedad horizontal, que sustancialmente son grupos de familias que comparten un mismo techo y no empresas dedicadas a desarrollar actividades, ni tienen productividad ni ganancia.
Pero sí los consorcios generan gastos, naturalmente. Entre esos gastos aparece el costo laboral, es decir, los sueldos de los Encargados y las cargas sociales. Ese es el costo laboral.
Veamos para mayo 2019 el costo laboral lineal mínimo de un consorcio de 50 unidades funcionales, sin cocheras, de CABA, catalogado como de tercera categoría, que tiene un encargado permanente con vivienda y un ayudante no permanente sin vivienda, ambos de 20 años de antigüedad, que no hacen horas extra.